domingo, 7 de julio de 2013

Petición de firmas contra el llamado "fichero de buenos catalanes". Carta al Presidente del Gobierno



Estimados ciudadanos firmantes, o no, de la petición contra el que ya se ha dado en llamar "Fichero de buenos catalanes":

Anoche -6 de julio- se alcanzó la misérrima cifra de 80 firmas en la petición creada en Change.org, hoy, sólo ha aumentado en tres, por el momento.

Está claro que para el común de los españoles es más atractivo firmar por una causa "guay" que enfrentarse con la realidad de su país y asumir responsabilidades sobre nuestro futuro.

Pero, precisamente por eso, debemos continuar en el empeño, porque cada uno de los firmantes sabe en su fuero interno que la causa es justa y que la agresión a la que nos enfrentamos va infinitamente más allá que el estar incluido o no en las listas del paro o de la seguridad social o de los clientes de un centro comercial.

En España, donde si un amigo le proporciona a otro el teléfono de un tercero está incurriendo en una infracción contra la ley de protección de datos, un gobierno catalán, cada vez más abierta y decididamente totalitario, pretende clasificar a los ciudadanos españoles de Cataluña en dos categorías y los periódicos no publican titulares a cinco columnas con lo que a mí me resulta escandaloso.

Razón de más para redoblar los esfuerzos. Ayer, escribí una carta a nuestro Presidente del Gobierno, pidiéndole que actúe conforme a derecho. Paso a reproducirla aquí.



"Respetado Sr Don Mariano Rajoy Brey, en virtud de la legislación española tiene Vd la acción de incostitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, en virtud de su cargo de Presidente del Gobierno de la nación, yo le insto a que la ejercite contra el Fichero de catalanes adictos al régimen secesionista que se ha establecido en la Generalidad de Cataluña, por las razones que explico en esta petición pública que he promovido.

En la certeza de que actuará Vd conforme a Derecho y en defensa de la libertad de los ciudadanos catalanes, en tanto que españoles.

Quedo suyo respetuosísimo."

(Pido disculpas por la redacción apresurada y la repetición de terminos)

En sucesivos comunicados daré cuenta de la previsible respuesta que se me dé.

 Sólo los ciudadanos, bien organizados bien mediante iniciativas individuales, podemos obligar a los poderes públicos a cumplir con sus funciones, sólo si nosotros cogemos el toro por los cuernos ellos tendrán que actuar, porque sabrán que hay ciudadanos libres y vigilantes que les instan a cumplir su obligación y no hacer dejación de funciones.

Por ello les animo a todos a firmar la petición y a promover su firma entre las personas de bien que comprendan lo opresivo de la medida que se quiere tomar contra la ciudadanía de Cataluña, ese rincón de España en donde tanta gente, catalana o no, ha hecho su vida, a luchado por su futuro y el de los suyos, ha vivido, sufrido, gozado, parido y trabajado.

¿Cuantas personas serían consideradas de segunda categoría si permitiésemos la creación de este fichero?

Por favor, difundan la petición.
Gracias

PS
dejo enlace a la petición en Change.org: 
 



sábado, 20 de octubre de 2012

Me ha alegrado mucho leer el artículo de D Fernando Savater titulado "Libre oportunidad", publicado ayer 19 de octubre en el Correo. Digo que me ha alegrado, por no decir que me ha alagado ver que, como yo, quita hierro a las palabras del Ministro Sr Wert por aquello de la españolización.
Es evidente que su artículo ha tenido mucha más difusión que el mío, pero por aquello de añadirlo al "corpus" de este blog me van a permitir la licencia un poco narcisista de incluir un enlace con él, además, como todo lo suyo, no tiene desperdicio:
http://paralalibertad.org/libre-oportunidad/
Hoy jornada de reflexión en Galicia y País Vasco, ojalá los vascos y los gallegos constitucionalistas voten con el corazón, deseemonos suerte.

Tópicos, civismo y contrapoderes



Tópicos, civismo y contrapoderes


Yo crecí, incluso vi crecer mi barba, pensando que los países nórdicos eran un oasis de tolerancia, que los catalanes eran los más europeos de entre los españoles y que los suizos eran la gente más cívica del mundo mundial, o lo que es lo mismo, crecí con un gran complejo de inferioridad.
He tenido la oportunidad de conocer suecos en posición de preeminencia laboral sobre mí, he tenido daneses como vecinos, hoy tengo una vecina suiza pared con pared, tengo ejemplos de todos ellos que negarían aquellas ideas preconcebidas, prejuicios positivos, tópicos al fin y al cabo; y los separatistas catalanes demuestran su ombliguismo un día sí y otro también. No hay excepciones por nacionalidad, todos podemos llegar a ser verdaderamente desagradables.
Durante mi vida he podido constatar empíricamente que el ser humano situado en posición de preponderancia o “liberado” de sus frenos legales y/o morales puede ser -y de hecho suele ser- cruel, que basta la espuria motivación del sentimiento de superioridad para que se deje tentar por el demonio de la actitud dominante, condescendiente o abiertamente.
Recuerdo ahora la experiencia de aquella víctima de la tortura institucionalizada argentina que nunca reconoció en su torturador habitual –siempre padecía las “sesiones” encapuchado- a aquel vecino con el que siempre se había llevado  bien y del que tenía buena opinión, y que al ser encargado por sus superiores jerárquicos de la innoble tarea, descubrió una verdadera vocación para ejercer de torturador y un extraño placer en hacer sufrir anónimamente a su amigo. El torturado, años después, seguía sin comprenderlo, le atormentaba más saber quién le había infligido aquel dolor que el recuerdo del dolor mismo.
Qué son los integristas musulmanes capaces de disparar sobre una indefensa niña, sino hombres que se han desembarazado de sus frenos morales a través de una creencia religioso/política, que se arrogan el derecho al uso de la violencia contra cualquiera al que consideren su enemigo, qué los etarras que han asesinado a más de ochocientas personas en nombre de la “sacrosanta” causa, para imponer su modelo totalitario de sociedad.
Pero sin necesidad de llegar al asesinato ni a la tortura hay actitudes execrables que sufrimos cotidianamente.
Él que ocupa el carril izquierdo de la autovía y lo “toma” por la fuerza de su motor y nos conmina a abandonarlo con largas rafagas de sus potentes faros y circulando muy por encima del límite de velocidad, nos está avasallando.
Él que nos trata displicentemente desde su puesto de trabajo, como ciertos funcionarios o ciertos cajeros de banca. Ése, nos está menospreciando.
¿Se han preguntado alguna vez por qué aguantamos pacientemente media hora de cola en un banco donde vamos a entregar dinero, pero nos enervamos si el camarero del bar de al lado tarda dos minutos en ponernos el café?
¿Por qué somos tan condescendientes con aquellos a los que concedemos el rol importante y tan exigentes con aquellos a los que colocamos en el rol accesorio?
¿No sería más justo juzgar a cada persona por sus actos y no por su posición?
Hay políticos corruptos, que ponen el cazo, se llevan mordidas, aceptan regalos o exigen el “pizzo”, a veces la justicia les encausa, a veces incluso les condena (si antes no ha prescrito el delito, cosa que ocurre con demasiada frecuencia), los partidos (PP,PSOE y CiU), incluyéndoles en sus listas electorales, se hacen cómplices de su corrupción y consuetudinariamente cada gobierno nuevo indulta a los condenados de los “otros” partidos. Sólo esta actitud, sin más exigencias debería ser motivo sobrado para castigar sin el voto a esos partidos, que sin embargo siguen ganando elecciones, a veces incluso a través del propio corrupto, que una vez condenado tiene que dimitir de su cargo.
Como se puede ver los electores no castigan esta actitud, tenemos el mayor fenómeno de “voto duro” de Europa, caciques, miembros de familias que gobiernan diputaciones durante varias generaciones atravesando la historia política española desde la república hasta hoy pasando por la dictadura.
Las malas experiencias vitales no me han generado prejuicios contra los nórdicos, ni contra los suizos –y bien sabe dios que es la peor vecina que se puede desear-, no podemos permitirnos generar prejuicios tampoco contra la función de político porque unos, aunque sean muchos, nos decepcionen, nos malgobiernen o nos hurten, la democracia, aunque sea una tan imperfecta, es la única senda transitable, mejorémosla, regenerémosla y exijamos la depuración de responsabilidades.
Todos estos ejemplos me sirven para señalar la necesidad de límites, frenos en unos casos morales, en otros legales. El principal límite a la corrupción es la contraposición de poderes. Si la libre concurrencia de partidos se limita a un auténtico “cártel de oferta”; si en lugar de dividir los poderes se reparten por cuotas, si los gobiernos controlan las televisiones públicas, las Cajas de Ahorro y la mayoría de los periódicos -la Generalidad de Cataluña es paradigmática en esto último- se produce una “confusión de poderes” donde lo menos que se puede decir es que casi nadie controla a casi nadie.
No seamos condescendientes, seamos exigentes con aquellos a quienes ponemos en situación de preponderancia, y si no nos gusta lo que hacen, recuerden: “Busque, compare y si encuentra algo mejor ¡Cómprelo!” (*).
(*)Slogan de la marca de detergente Colón, anunciado por Manuel Luque.

viernes, 19 de octubre de 2012


Regeneración urgente


Podría ser finalmente que la táctica de Don Tancredo le saliera bien a Rajoy y pudiera pasar sin pedir el rescate, que los antaño exigentes hogaño se vuelvan comprensivos y decidan no apretar más la clavija.
Pudiera ser que el PP ganase con mayoría absoluta en Galicia y esto reforzara la imagen interior y exterior del Gobierno.
Sería imaginable un relativo buen resultado del PP en el País Vasco y redundar así en el efecto arriba indicado.
Cabe dentro de lo acaecedero que el IBEX y la Prima de riesgo se contagien de esta tranquilidad y atenúen su volatilidad.
Se puede imaginar que los independentistas catalanes corrijan el tiro y apunten de nuevo hacia la consecución del privilegio fiscal.
Entraría dentro de lo factible que al Gobierno le aprueben las cuentas en Bruselas, Berlín y Wall Street.
¿Haría esto menos urgente la necesidad de una autentica y profunda regeneración democrática?
Taxativamente NO. Y no es que con esto esté pidiendo con la Srª Stefanie Müller que Alemania nos haga el trabajo que nosotros no podríamos hacer, al contrario, digo, de hecho proclamo que nos toca cumplir esta faena a nosotros, con un gobierno más o menos fuerte, sin dilación.
Pero dado que todos los partidos excepto UPyD niegan, no ya la perentoriedad, sino la necesidad misma de esta regeneración, necesitamos buenos resultados en Galicia y País Vasco, buenos resultados que pasarían por un grupo propio aquí y conseguir representación por primera vez allí. Ya tenemos todo el peso de la razón democrática, de la congruencia, de la transparencia y de la defensa de la Constitución de todos, necesitamos la fuerza de los votos para seguir cantándoles las cuarenta a los demás, para obligarles a comportarse como si fueran razonables, demócratas y patriotas.
Efectivamente, los brotes verdes, por muy auténticos que sean pueden tentar al Gobierno central y a los autonómicos a no tocar el chiringuito, y es precisamente el chiringuito el mayor culpable de la situación política y por ende de la económica. 

jueves, 18 de octubre de 2012




Comentario en el Blog de Santiago González

Copio y pego mi comentario en el Blog de Santiago González en respuesta a su entrada de hoy "Catalonia Trips. Éste es el nivel." (adjunto enlace):
http://santiagonzalez.wordpress.com/2012/10/18/catalonia-trips-este-es-el-nivel/

Siempre que intervengo en este Foro lo hago con cierto respeto que podríamos llamar reverencial, no exagero ni peloteo, por el alto nivel intelectual que aquí se estila y también por los fuertes nudos de amistad que entre Vds se dejan entrever. Dicho esto me gustaría entrar en la cuestión.
El enorme contraste que se observa entre los argumentos nacionalistas y la inteligencia y cultura demostrada por muchas personas que los sostienen, a mi modo de ver no se explica sino con la “mala fe intelectual”. Ante la pregunta de si una persona razonable en todos los aspectos se vuelve estúpida o tramposa en la argumentación política yo me inclino a creer en la segunda opción.
Desde hace algún tiempo he empezado a afirmar que los nacionalismos españoles -mal que les pese- aplican la estrategia del “comunitarismo” (palabra no incluida en el DRAE, pero que parece la traslación lógica del término francés “communautarisme”, de cuya definición parto), pero si ésta es la estrategia, las élites dirigentes que la promueven no pueden ser unos fanáticos “creyentes” en la “fe” nacionalista, sino más bien unos “perversos intelectuales” que actúan, dramatizan, escenifican una conducta en cuya autenticidad no pueden creer.
Aprovecho la ocasión para invitarles modestamente a visitar mi blog:
http://elblogdejorgehigueras.blogspot.com.es/
Muchas gracias y muy buenos días a todos.

lunes, 15 de octubre de 2012

En respuesta a "El porqué de Cataluña" de Joan Ridao



Prefacio

Joan Ridao, a la sazón Profesor de Derecho Constitucional y Diputado en la cámara baja a publicado un artículo en “El País” que es un magnífico ejemplo de retórica perversa-narcisista.
Puestos en este brete histórico e inoportunísimo por los secesionistas catalanes, los que no somos nacionalistas, ni siquiera de la patria común, debemos comenzar a ejercer nuestro derecho de réplica y aún de defensa contra esta verdadera agresión difusa y tramposa, plagada de “mauvaise foi”, mezcla premeditada de verdades, medias verdades y grandes mentiras, como en este artículo respuesta me he propuesto desenmascarar, obviamente voy a enviarlo a “El País”, pero no tengo ninguna esperanza en que se dignen publicarlo, ojalá me equivocase.

En respuesta a “El porqué de Cataluña” de Joan Ridao

Afirma el Sr Ridao que ha llovido mucho desde la aprobación de la Constitución y el voto apabullantemente (el adjetivo es mío) favorable catalán, “Constitución aparentemente abierta… y hábil”, obsérvese como sin dar un solo argumento, así como el que no quiere la cosa, lanzando la piedra y escondiendo la mano, tendenciosamente en fin, ensucia la historia de una Constitución que fue aprobada por el 90.46% de los votantes en Cataluña y que ha permitido los más altos niveles de autogobierno conocidos en nuestra historia política.
Poco después se queja -toque de victimismo de rigor- de la “ausencia de empatía” -no escasez, no falta, “ausencia”- de los gobiernos del Estado “especialmente cuando gozaban de asfixiantes mayorías absolutas” (la cursiva es mía), adjetivo bien escogido para denotar opresión, cuando si nos atenemos a la realidad en esta misma legislatura –y antes en otras muchas ocasiones- la mayoría absoluta no ha impedido encontrar el voto favorable del “grupo catalán”, previo pago de su importe político.
“Ausencia de empatía” cuando es obvio que los nacionalistas catalanes y vascos han sido los socios preferentes de los sucesivos gobiernos de ambos partidos mayoritarios. Como el mismo reconoce –en el que es seguramente el único error de cálculo de su argumentación: “descabalgar las intenciones catalanas con un arancel o una enmienda”, arancel o enmienda en beneficio de los intereses del grupo nacionalista de rigor, por supuesto.
“…, el catalanismo político, que había perseverado secularmente en su divisa de reformar (estas comillas son de él) España con las reglas del juego del Estado (¿Con cuales sino?) hoy se siente fatigada (sic)”(la concordancia vizcaína es suya o del periódico, los paréntesis sí son míos). El problema viene cuando la “reforma” de España auspiciada por el catalanismo y el vasquismo es asimétrica, es decir plagada de sinecuras y privilegios que lógicamente paga alguien, que normalmente es el Estado “antipático”, es decir, el resto de españoles.
Luego habla del “…enésimo esfuerzo de (yo utilizaría “por”, pero, en fin, ya sabemos que el castellano es solo su segunda lengua) lograr el reconocimiento debido a la personalidad nacional de Cataluña.”, otra vez la sensación de penosísimo denuedo por descender a entenderse con nosotros, el resto de españoles. ¿En que se basa para catalogar como “debido” el reconocimiento de ese muy curioso concepto apócrifo, “personalidad nacional”?, si algún día este artículo llega a manos del Sr Ridao desde aquí le ruego que en su calidad, además, de Profesor de Derecho Constitucional me desarrolle este concepto.
Enseguida pasa a descalificar al Tribunal Constitucional, “groseramente politizado”, una verdad que debería, sin embargo, perjudicarle en su argumentación, pues no en vano los nacionalistas están representados en este órgano, tienen su cupo, tanto catalanes como vascos.
Argumenta que el tribunal actuó “displicentemente y con total falta de deferencia hacia el legislador estatutario”, que es, recordémoslo, el mismo que se salta a la torera las sentencias del displicente Tribunal.
En seguida aprieta el acelerador de los sentimientos: “…frustración…rabia contenida.”, que maravillosa contención ¿Que sería de España sin la contención de los nacionalistas? Tanto se han contenido que es ahora, y sólo ahora, en la peor situación posible, cuando demandan la independencia, contención y lealtad, sí señor.
Más tarde viene una frase muy confusamente redactada: “…lo absurdo de todo planteamiento consistente en admitir que Cataluña debe disponer de instrumentos de soberanía para federarse de igual a igual.” Deduzco que “lo absurdo”, lo es para los falsos federalistas españoles (la cursiva es mía). En cuanto a “de igual a igual” no se refiere a igualdad entre Cataluña y Andalucía, desengáñense, se refiere a Cataluña y España, ese “Madrid político” cuna de todo mal para Cataluña donde oscuros hombres -y mujeres por supuesto, pero también oscuras- no cesan de “contuberniar”, que no contumeriar.
Cuando el Sr Homs, ese hombre tan humilde, exigió el montante del rescate al Gobierno central, añadiendo que no pensaban ni dar las gracias ni aceptar condiciones, pues al fin y a la postre se trataba de “su” dinero, dinero catalán debe ser; según el Sr Ridao estaba pasando “la humillación de implorar un rescate”, sin comentarios.
Añade otras expresiones como: “…el Madrid político rechazaba nuevamente la mano tendida”; “…vivir permanentemente instalado en la denuncia del agravio” y “golpe de audacia” que abundan en la sobreactuación general del artículo.
Pero la mentira más grosera, por emplear su expresión, la deja para el final cuando afirma que: “Como ha puesto de relieve la Corte Suprema de Canadá en 1998, y después el Tribunal de La Haya, lo legítimo, lo prevalente, es hoy la voluntad democrática de la mayoría y no el orden constitucional interno de los Estados.”
Aprovechando que me daba la pista del año de publicación de la famosa sentencia de la “Cour suprême du Canada”, ni corto ni perezoso, a pesar de mi natural indolente como buen andaluz, me la he leído y afirma: “una decisión democrática de los quebequenses a favor de la secesión comprometería los lazos” de toda índole que les unen al resto de estados confederados. “La constitución canadiense asegura el orden y la estabilidad, en consecuencia, la secesión de una provincia no puede ser realizada unilateralmente en virtud de la Constitución (estas comillas son del tribunal), es decir sin negociaciones, fundadas en principios, con los otros participantes de la Confederación, (y ahora viene lo bueno) en el cuadro constitucional vigente.”
Queda meridianamente claro, incluso para un Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, que el alto tribunal canadiense no pone la hipotética mayoría de quebequenses por encima de la Constitución existente.
Por otra parte, si bien no prohíbe la consulta a los quebequenses (la Constitución canadiense es distinta a la nuestra) exige: “una mayoría clara en respuesta a una pregunta clara”. Dudo mucho que  el mismo tribunal, ni nadie en su sano juicio, pueda considerar clara la siguiente pregunta: ¿Desea que Cataluña sea un nuevo Estado de la UE?, que es la que propone el Sr Mas.
Con respecto al Derecho Internacional, proclama también la sentencia: “un derecho de secesión no nace en virtud del principio de la autodeterminación de los pueblos en derecho internacional más que en el caso de “un pueblo” gobernado en tanto que parte de un imperio colonial, en el caso de “un pueblo” sometido a la subyugación, a la dominación o a la explotación extranjera, y también, puede ser, en el caso de “un pueblo” al que se le impide ejercer de manera útil su derecho a la autodeterminación en el interior del Estado del que forma parte. En otras circunstancias, los pueblos deberían (…sont sencés réaliser leur autodétermination…) realizar su autodeterminación en el cuadro del Estado existente al cual pertenecen.”
El Estado en el cual el gobierno representa al conjunto del pueblo o los pueblos residentes sobre su territorio, en igualdad y sin discriminaciones, y que respeta los principios de autodeterminación en sus acuerdos internos, tiene derecho al mantenimiento de su integridad territorial en virtud del derecho internacional y al reconocimiento de esta integridad territorial por los otros Estados.
Este último vendría a ser un derecho de autodeterminación que no terminaría en independencia sino en una relación federal, confederal, porque no autonómica, en todo caso interior al Estado matriz.
 Según el tribunal canadiense la igualdad y la no discriminación son exigibles al Estado para no dar pie a una reclamación de autodeterminación, que a mi modo de ver se podría poner en cuestión por los privilegios fiscales existentes en País Vasco y Navarra y reivindicado en Cataluña, lo que permitiría a las otras CC.AA. sentirse discriminadas con respecto a las anteriores.
La traducción del francés es mía, hubiera podido redactar con mejor estilo en castellano, pero he preferido ceñirme a la literalidad de las expresiones.
En honor a la rapidez de respuesta he declinado investigar la supuesta referencia del Tribunal de La Haya.
El artículo en cuestión termina comparando churras con merinas, merinas con vacas y churras  con burros, asociando la implosión de la URSS, la explosión bélica de Yugoslavia y la separación de mutuo acuerdo de Checoslovaquia.
Estrategia "comunitarista" y táctica perversa-narcisista se asocian en este deplorable artículo, recordemos para finalizar que el Sr Bosch del mismo partido que el Sr Ridao, apoyados por CiU y PNV, mira tú por donde, pidieron hace muy poco la derogación formal en la Comisión Constitucional de Congreso de los Diputados de los Decretos de Nueva Planta de Felipe V, abracadabrante. 

domingo, 14 de octubre de 2012



Economía estatal versus economía familiar.

Los políticos del PPSOE, todos aquellos que han tenido un micrófono cerca en los tres últimos años, con sus jefes a la cabeza han usado y abusado de la metáfora de la familia que gasta más de lo que ingresa para señalar la necesidad de recortar gasto.
Si seguimos la metáfora habrá que convenir que:
Ningún padre de familia pediría un crédito más caro para pagar otro.
Ningún padre de familia firmaría ante notario que se compromete a pagar las posibles deudas que le reclamen sus acreedores antes que pagar las medicinas o los alimentos de sus hijos.
Ningún padre de familia mantendría gastos suntuarios y lujos superfluos cuando sus hijos pasan hambre.
Ningún padre de familia permitiría que uno de sus hijos gaste en sedes en el extranjero para darse pisto cuando en su casa tiene que ahorrar en la atención médica de su familia.
Ningún padre de familia permitiría que otro de sus hijos se gastara en droga y prostitutas el dinero destinado a mantener a los hijos que se quedan sin empleo.
Ningún padre de familia dejaría de invertir en la educación ni en la salud de sus hijos, salvo que ya no tuvieran para comer.
Ningún padre de familia vendería el negocio familiar que ayuda a financiar a la familia (loterías).
Antes que plegarse a estas medidas cualquier padre de familia liquidaría lo verdaderamente superfluo, lo que no redunda en el bienestar de su familia.
Antes que plegarse a estas medidas  cualquier padre de familia ahorraría en su gasto personal, privándose él mismo.
Antes que plegarse a estas medidas cualquier padre de familia dejaría de financiar al hijo juerguista que se lo gasta todo en copas, al hijo fanático de los coches que todos los años se compra uno nuevo, incluso al hijo aparentemente tranquilo pero que en realidad está a la puta y a la Ramoneta y se lo gasta todo en el vicio del hecho diferencial porque en realidad está celoso del otro hijo al que el padre le permite el privilegio de gestionar su propia hacienda y además le añade un cheque regalo todos los años y algún que otro detallito.
Antes…impediría que su hijo el que se compra todos los días una docena de periódicos y otra de revistas y además está suscrito a todas las TV’s de pago siga gastando lo que no debe para ver escrito o en audiovisual la versión de si mismo que le gusta vender.
Hasta aquí las metáforas, dejo a la sagacidad del lector su correspondencia con la realidad.
Ahora es cuando debo advertir que yo no creo en la metáfora de la familia, o por mejor decir no creo en la comparación pura y simple que se viene haciendo. Los recursos de una familia son los que son con sus limitaciones, mientras un Estado –y no pequeño- tiene infinitamente más formas de financiarse, y sobre todo de ahorrar muy distintas de las de una familia.
Una familia no puede aumentar los ingresos subiendo impuestos; hoy en día muy pocas familias pueden acceder al crédito, ni siquiera a precios exorbitantes.
Y sobre todo con esta comparación lo que se busca en última instancia es confundir inversión con gasto, y si bien todo supone un desembolso ningún padre de familia concedería el mismo rango a la matrícula de la Universidad y al Abono del equipo de fútbol.